En estos días soy nada. Un acento, un punto y coma. Nada realmente. Me alimento por compromiso, floto, vivo por mis hijos y por el compromiso de estar vivo. A dónde voy? A qué me dirijo? Siento nada realmente, la risa inexistente, la sangre fría, espesa, sin mar presente.
Los otros para mi son nada también, aves de paso, en la nada que me cobija.
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