Dos espíritus errantes, amándose vida tras vida. Y en cada muerte que tienen se pierden en bosques de nieve. Vuela el alma de cada uno, vida tras vida, sin saber a ciencia cierta lo sucedido. La amnesia creada por los bosques de nieve, dificulta el pensamiento. Vuelan alto, por cielos indomitos, logran sueños, logran metas, sin saber a ciencia cierta lo sucedido. Desconfían de ese bosque de nieve, de la gente, de ese vuelo indomito. Y de momento, los dos espíritus errantes se sosiegan, los bosques de nieve se derriten lentamente, el vuelo ahora es ligero y placentero, la amnesia va desapareciendo, saben a ciencia cierta lo sucedido.
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