Reapareces, de la nada, con tu cuerpo esbelto, con tu aspecto de india, y tus ojos grandes negros de venado de bosque escondido. Surges de momento, cuando menos me lo espero, y te esfumas en el viento. Llegas, sin contemplaciones, con tu dulce mirada, llena de vida. Reapareces, de vez en cuando, haciendo que me olvide de tu presencia constante. Surges, de ese espacio vacío, y lo llenas, hasta la próxima velada.
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