El duende soñaba, con ser un gran amante. Ser un amante de muchas mujeres. El duende vivía de sueños, de tener paz en un mundo de guerra, soñaba con tener ocho perros y un huerto. El duende corría, por las praderas del campo, colectando tomates y persiguiendo a los ruiseñores en su canto. El duende vestía de rojo, con zapatos de charol, e hilvanaba locuras de estrellas y caracol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario