Hunza había llegado al refugio de su padre, el gran guerrero Olox. De Olox había aprendido el orgullo, la organización y la disciplina. La madre de Hunza se llamaba Sofix y estaba en un plano superior ya. De Sufix había aprendido la lucha, la libertad y la pasión. Hunza llevaba mucho tiempo en soledad, había rechazado mujeres y ciertas mujeres que pretendió estaban acompañadas. De la soledad Hunza aprendió lo que es el silencio y la paciencia. En la noche Hunza solo escribia y leía. Hunza era nocturno, como los lobos y los cuervos que eran sus mentores
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