Hunza era deseado por muchas mujeres. Deseaban su cuerpo y su mente. Hunza deseaba muchas mujeres. Pero para Hunza el deseo era solo eso, deseo. Y el deseo no tenía sustancia. Hunza era un guerrero, y el deseo era una distracción pasajera. Hunza necesitaba no solo deseo y sexo, sino alguna amada que lo recibiera con amor cuando llegara de cada batalla. Y a su vez, que lo dejara ser libre, como el viento y como Guerrero que era
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