Hunza viaja en la noche, arriesgando su espíritu. Navega entre sigilosas circunstancias, entre humo enemigo, entre gente intoxicada. Hunza no entiende en que plano vive, se entretiene en un riesgo incomodo, en un mundo que lo acompaña por un rato, antes de volver al plano normal. Entra a un mundo de grafitti sicodelico, se aturde, se hace amigo de un mounstro tatuado y continúa su marcha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario