Hunza guardo silencio, comenzó a calmar nuevamente su mente. Eran muchas guerras vividas, y Hunza a veces perdía el discernimiento. Pero Hunza era sabio aunque su juventud estaba intacta. Hunza se retiraría pronto a su guarida luego de una sesión ardua de artes marciales. Comería papaya y melón rojo, tomaría leche organica, y agua alkalina. Hunza comenzaba a calmar su mente y a crear vibraciones positivas de luz verde sanadora
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