Hunza recorría calles angostas y de ladrillos. Miraba atónito y confundido. Llego a una plaza donde gente de raza negra tocaba tambores y repetía mantras. Era lo mas cercano a su aldea de origen. Sentia su corazón vibrar, sentia vida plena por un instante pero permanecia inexpresivo como Guerrero Hunza que era
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