viernes, 2 de noviembre de 2012

Decisión

Todos quieren lo mismo- el poder, unos con unas intenciones y otros con otras, alegadamente. La recta final llegó y el viaje montado en tumba cocos y dar la mano 600 veces al día terminó.  Los debates estériles terminaron, la cara rebosante de maquillaje y el “photoshop” terminó.  La avalancha de comerciales que cuestan millones llegó a su fin.  Todos se cantan ganadores, todos tienen las encuestas a su favor, el de ellos es el mejor y el otro es un casi ganador.  Las doñitas que van a los “meetings” tendrán que volver a su bingo y los otros buscarse otro actos de fanatismo. 
Por el momento las mentes de aserrín siguen siendo bombardeadas con propaganda engañosa. Se les lava la cabeza y se les manipula su poco cociente intelectual combinado con poca escolaridad. 
Seguimos sumidos en la fatídica rutina colonial, de levantarnos temprano y moldearnos a la astucia del político de turno que en tiempos recientes ha tomado matices cada vez más pronunciados de demagogia y violencia dictatorial.
¿Qué nos queda a los más o menos pensantes que somos exprimidos entre esa masa ignorante y esa elite de millonarios que se afilan los colmillos?  Pues seguir pensando, leyendo y sobreviviendo. 
¿A dónde nos dirigimos?  A lo inevitable, a darnos contra la pared y ver si de algún modo nos definimos algún día, dejando atrás lo complejos de inferioridad y que dependemos para vivir de los que nos envíe el Tío Sam.
El 6 de noviembre será un día para decidir.  Decidir si continuamos sumidos en un derrotero ambiguo donde los que están en el poder alegan progreso o decidir si rompemos las cadenas y nos encaminamos a la libertad individual y global dentro de un mundo complicado por demás.

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