domingo, 28 de agosto de 2016

Hunza y la otra frontera

Hunza gozaba del silencio, ajeno a lo cotidiano, ajeno a la logica moderna. Hunza domaba  su espíritu indomito, cargaba ímpetus de otras vidas, y absorbía energias ajenas. Hunza era de otro mundo, de otras fronteras, del mundo del bosque, de lo divino, del cuerpo de ella.

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