Ella era una dama bella, mal acompañada. La acompañaba un hombre, prepotente y egoísta. Ella decía era feliz y fingía felicidad. Ella necesitaba amar, necesitaba hacer el amir urgente y salvajemente. Ella se refugiaba en lo espiritual pero sabia que lo sexual era la llave al mundo espiritual. Un día abandonaria a su mal acompañante y volaría hacia el amante que la haría vibrar.
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