Hunza estaba enamorado, perdidamente enamorado. Era fuerte, dinamico, pero el amor lo había dominado. Quien lo había enamorado era una mujer callada, enigmatica, profunda y libre. Hunza durmió y en sus sueños pudo ver a la reina Inca. La reina le aconsejo sosiego, paz y no insistencia ante la mujer que lo había enamorado. Hunza despertó y no olvido el sueño ocurrido.
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