lunes, 14 de febrero de 2011

"Coincidencias"

Coincidencias o el destino? La vida tiene unos matices particulares, que oscilan entre la locura y el equilibrio.  Hay veces que es una línea fina donde lo mundano de momento se convierte en algo sublime. Me explico.
Es que hay circunstancias que van de la mano, de manera inexplicable. Son momentos que coinciden y les daré ejemplos, de diversos tipos. 
Mi hermano Henry, fallecido hace unas décadas cuando  tenía 5 años y yo 12, nació un 9 de marzo.  Ese  9 de marzo murió el niño Lorenzo de manera trágica. 
De manera misteriosa, la edad de mi hermano al morir, 5, aparece y se manifiesta de manera simbólica y esporádica en camisas de basket  de desconocidos, carteles y otros, como acordándome que está vivo y conmigo.  Son momentos mágicos, momentáneos y que no se anuncian.
Mi padre nació un 23 de marzo y mi abuela materna, Abi, murió un 23 de marzo. 
En enero, murieron Vigoreaux, Don Cholito, Tommy Muñiz y recientemente Miguel  Ángel Álvarez.  Dicen que después que rumbearon y comieron pasteles y lechón los vinieron a buscar.
El 4 de junio nació mi mamá y es mismo día nació la hija de la segunda esposa que tuvo mi papá.
MI mejor amigo en la adolescencia, mi mejor amigo actual y mi maestro de karate nacieron en febrero.
Mi hijo nació en enero, yo en febrero, mi esposa en marzo y mi hija en abril- cuatro celebraciones corridas.
También, varios gobernadores y Presidentes nacieron en febrero.
Hoy, 11 de febrero de 2011, fui al gimnasio al mediodía.  El encargado compró un perro Boxer, llamado Phillip, que es un cachorro de 3 meses.  Es igualito a Tabú, un Boxer que tuve hace unos meses atrás y que murió prematuramente. Tabú es el segundo, el primero murió atropellado cuando yo era niño y el segundo se enfermó de repente.  El cachorro Phillip es tocayo de un negrito delincuente que conocí de muchacho que era más malo que Satanás.
Ambos, Tabú, el segundo, y Phillip, el bueno, son color canela y con la mismísima mancha blanca en el pecho.  Se sientan igual, de ladito, y son orgullosos, de hacerse rogar para poder pasarles la mano por la carita “arrugá”.  En mi mente fantasiosa y de realidad veo a Phillip como la reencarnación de Tabú, que me vino a visitar. Espero verlo otra vez, a Phillip-el bueno- y quien sabe si le compre un cachorro si se aparea y que el Tercer Tabú no me haga sufrir sino reir.
El 16 de marzo nació mi esposa y ese mismo día nació la hija de mi primo.
Mi hijo, sin ninguna planificación, nació el día de su Santo y fue bautizado el día de San Juan Bautista. Fue bendecido totalmente.
Hoy renunció Mubarak, el dictador egipcio.  En las fotos por Internet parece un muerto en vida, no se si por su ancianidad o por su falta de sensibilidad.  Hoy renunció también el Presidente de la UPI, De la Torre, que puede ser extraño idéntico con Mubarak y ambos han creado el  lío de los pastores, cada cual a su manera. El pueblo egipcio y el estudiantado gallito brincan en una pata de felicidad.  Otra coincidencia, no.
Así podemos seguir. Coincidencias agradables, otras tristes y otras sin ton ni son. Pero, todas, me llevan a pensar que más allá de Macondo hay una Fuerza ulterior que mueve al mundo y lo lleva a coincidir y nos hace pensar un poco más y bajo otros términos y condiciones.
El 15 de febrero nací yo y cuatro horas y media antes nació San Valentín…

14 de febrero de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

El fondo del Barril

Cuando era pequeño, había una frase publicitaria que decía “hemos llegado al fondo del barril.” Siempre me recuerdo de ella.  La frase hacía alusión al petróleo y la escasez de éste, y por eso lo del “fondo del barril.” Desde ese día ha llovido bastante y seguimos con el petróleo, aún habiendo fuentes de energía más limpias y en armonía con el ambiente. Pero, los grandes intereses se achantan en su silla cómoda y poco le importa.  Sin decirlo, asumen la actitud de “que se joda el mundo mientras yo esté bien”.
Pues sepan que la frase “estamos llegando al fondo del barril” puede aplicar a un sinnúmero de situaciones.  Entre ellas, el requetecomentado y ya “ad nasium” tema de la Universidad de Puerto Rico.  Los sucesos, ya varios y en alzada, me traen a la mente la canción de los 70  llamada “Mr. Con Macana”, interpretada magistralmente por Roy Brown.  Dicha canción aludía al policía bravucón que abusaba del pueblo con la maceta en la mano. 
Hoy día, asumo que con los adelantos tecnológicos la macana es más dura y los esteroides que se meten algunos agentes policiacos son más potentes.  A eso, súmele el uso indiscriminado de “pepper spray””, gases lacrimógenos, llaves de jujuitsu para aniliquilar la carótida, balas de goma y uno que otro toqueteo lascivo a alguna estudiante arrestada.  Es decir, el combo ahora es “agrandao” para lograr intimidar y hacer que los ratones corran despavoridos.
En contraste con esto, recuerdo también la imagen de ese policía protector y servicial a la comunidad, que yo visualizaba de niño. También les digo que hoy mi hijo es fanático de los Superhéroes, pero cuando nació, hasta los dos años, era fanático número 1 de la policía.  Los buscaba por todos lados, al punto obsesivo.  Eran sus héroes y no dudaba saludarlos en cualquier oportunidad posible.  Hoy, con 4 añitos, vio las imágenes de los policías dando macanazos a son de 5 policías por 1 estudiante y nos preguntó si los policías son buenos o malos.  Si una mente inocente ve esta impactante realidad, le choca y duda, pues nada más con el testigo.
Una cuota, si una cuota de 800 pesos.  Para algunos es nada y para muchos es todo.  Pero se han metido con una gente joven, libre, osada, creativa, que se las juegan fría y con gallardía total. La mayoría pacifistas, que protestan con coraje e indignación. No son analistas intelectuales de radio, ni periodistas incisivos, ni abogados astutos, es más casi todos, al no tener grado universitario, son considerados como que tienen solo 4to año de escuela superior.  Pero, pueden algunos de ellos, con su pasión, entrega y convencimiento, pueden “llevar a la escuela” a cualquier dignatario de una nación industrializada. ¿Por qué? Pues simplemente porque por su causa, por sus ideas, por su academia y por su universidad, son capaces de dar la vida.  Lamentablemente, así pasó ya el 11 de marzo de 1971.    
Estos “muchachos” no tienen intereses creados como pueden tener los sindicatos; tampoco defienden barriles de tocino, ni grandes contratos o igualas de notaria millonaria.  Defienden su causa y punto, y se van hasta lo último por ello.
A nivel de novela, es interesante.  El blanquito bravito, “envalentonao” más bien, en guagua de 100,000 dólares vs. el pelú, comunista si quieres, en volki estartalaó, con el tatuaje del Ché “marcao” en un brazo. Para muchos, se convierte en un entretenimiento en un país que se dedica a eso, a escuchar noticias y vivir en la fantasía de escuchar tragedias ajenas, sin hacer nada al respecto. 
Lamentablemente, todo tiene su precio.  No solo se pueden perder vidas, sino que se divide un pueblo en bandos, en grupos y estalla una guerra civil emocional y sicológica, que puede ser peor que una guerra civil con armas.
El “vamos a dialogar” ya está gastado. Son fuerzas de extremos que chocan unas con otras y con rumbos inciertos.  Es una guerra que aparenta estar basada en la insensibilidad de los poderosos y que a costa de una alegada recuperación económica destruye todo aquello que se interpone.  Es como dirían en el mundo militar- “casualties of war”” o “el fin justifica los medios”, según la obra “El Príncipe “ de Maquiavelo.
Hay días que pienso que es todo una mera falta de entendimiento de ambas partes, como ocurre en el seno de las familias, y que todo se resolverá con un abrazo fraterno.  Lamentablemente, sucesos como el día de ayer, 9 de febrero de 2011, donde se macaneó sin ningún pudor y con abuso total, y la ausencia de líderes que se van en un avión a “tomar té” al Norte, me traen a la triste e innegable realidad.
Esperemos que el supuesto propósito de buscar ley y orden, según alegan las autoridades, no rebote como “boomerang” y provoque la peor tragedia en la historia de la Universidad. Dios los y nos proteja de llegar al “fondo del barril…”