martes, 12 de marzo de 2013

Acomodo y Reacomodo

Doña Arcadia Ramírez Ferrer trabaja en la Oficina de Nombramientos de La Fortaleza.  Nunca ha aspirado a más y por eso lleva veinte años allí vistiendo su blusa de azul ó colorao.  Ella acomoda y reacomoda solicitudes de jueces o fiscales que le puedan llegar.  Ella no decide, solo acomoda  y reacomoda las solicitudes y solo ella sabe cuando nacen y mueren.  Es decir, Doña Arcadia es la custodia, la que tiene patria potestad, pero no decide, solo acomoda y reacomoda.  Cada diciembre de cada cuatro años ella  sabe que las acomodará más y el acomodo dependerá de si gana el azul o el colorao.
Beto Ferrer Ramírez,  abogado de pasillo, de bufete de segunda, abogado de gobierno, de covacha en la 26 que le alquila a algún pana colega.  Beto aspiró a ser fiscal en el 93, a juez en el 98, a fiscal en el 2001, en el 2006 a fiscal y juez, en el 2010 a Procurador de Menores y ahora en el 2013 el tiempo dirá.  Él no sabe quien es Doña Arcadia y su contacto más directo con ser fiscal es en esos programas americanos de recreación de tribunal y como espectador en la cuarta fila de la Sala Criminal del Sexto Piso del Tribunal.  En tres ocasiones lo cito el Panel o “Board” y lo entrevistó y le dijo que si, que lo iban a recomendar.  En tres ocasiones su solicitud se durmió eternamente en las literas que con amor prepara Doña Arcadia cada 8 de enero, cada cuatro años.
Beto llama a sus contactos, les manda emails, los ve en los happy hours, los asecha en algún pasillo del tribunal, de Plaza las Américas o del Viejo San Juan.  Los asecha para que ese contacto contacte a otro que contacte a otro y después a otro para que lo conviertan en fiscal y si no en juez ó en Procurador ó en lo que le quieran dar.  Su nivel de adaptación es tal que lo mismo aceptaría trabaja en Culebra, Adjuntas, Mayagüez o en la Isla de Mona.
Doña Arcadia a veces se sienta en su break y sin pedir permiso ojea al azar esas solicitudes viejas, con olor a humedad, obsoletas, vencidas y famélicas.  Observa que el candidato tiene buen pedigree, buena experiencia y en su mente fantasiosa los nombra en propiedad.  Luego despierta y vuelve a acomodar y reacomodar y espera que la Lcda. Tal mas Cual le dé instrucciones para referir a nombramiento esa nueva solicitud chic que tiene todavía olor a nuevo, quizás con olor a fragancia  Victoria Secret, o de habano cubano caro, con colores de temporada, ya sea azul o colorao.  En esas no se mira pedigree, ni experiencia, ni ná.  Solo si eres del Partido, si vendiste 3 mil taquillas, o si aportaste billetes buenos a la campaña o algo relevante a política y no a leyes o cualificación real.
Beto lleva esperando catorce años, de frustración, a positivismo, a destrucción, a reírse y a llorar.  Fue a buscar el Certificado de Antecedentes Penales nueve veces, el de Asume igual de veces y ahora los pide por Internet.  Llena  las dichosas solicitudes  ya que en el acomodo y reacomodo no aparece la anterior, no por culpa de Doña Arcadia ya que ella sabe exactamente en que gaveta húmeda están. Pero la Lcda, Tal más Cual ha dado instrucciones tajantes y si quieres participar vuélvelas a llenar.  Pasa por la experiencia, vuelve al Board, como niño primerizo cuando lo van a bautizar.
La ilusión o desilusión de ser alguien en el sistema de justicia local.  Gente como Beto viven en un mundo de incertidumbre, injusto, donde no se les dan una justa oportunidad.  Sus cualificaciones como abogado, su experiencia y su esfuerzo por convertirse en  fiscal o en juez le importan un pepino angolo al político que llegó.  No hay principio de merito, ni registro de elegibles, ni ná. 
Esperemos que esto cambie para beneficio de los Betos y Doñas Arcadias que cada cuatro años acomodan y reacomodan cada cual a su compás.