Saboreo lo que viene, tus piernas entreabiertas, tus labios que humedecen, tu tacto inquieto y nervioso. Saboreo tu figureo, como que no quieres la cosa, y te mueres por ello. Saboreo tu presencia, tu ausencia, saboreo aquello que no conozco de ti, que intriga, que se desvanece en la manana de verano y se duerme en la noche estrellada. Saboreo, ese sudor tierno, que se transforma de subito, anunciando mensajes prohibidos, deliciosos.
Saboreo, tus piernas entreabiertas, queriendo abrir un poco mas, entre razon y sentimientos.