Dos años de mi divorcio, y estoy solo. Es un tiempo de auto-conocimiento, de sanar heridas. No te niego que no me gusta estar solo, al menos por tanto tiempo. Siempre es bueno, compartir o sentir el amor de alguien. Pero como dicen mejor solo que mal acompañado. Han habido pretendientes pero ninguna de mi agrado. Y me han atraido unas cuantas pero todas tienen pareja.
Entiendo debe haber atracción física pero debe haber algo más, una conección espiritual y que haya comprensión, tolerancia y química mas allá del aspecto físico.
Eso me lleva al próximo punto, esas parejas disparejas. Son esas personas buenas, dulces y evolucionadas, especialmente mujeres, que se buscan de pareja a cada atorrante. Si, esos atorrantes, esos con aspecto de chico malo, con algunos tatuajes quizás (no tengo nada en contra de los tatuajes) y con aire machista. Son esos chicos malos que las deslumbran con su guapetería y desprendimiento y que detrás de la fachada hay deshonestidad en ciernes. Son aires que luego se convierten en deslealtades, infidelidades y en el peor de los casos violencia doméstica de tipo físico y emocional. Pero, a estas chicas modernas les atrae este chico malo, ese del que luego no querrán ver ni en pintura pero ya le han hecho tres muchachos.
La incidencia de divorcio, 7 de cada 10 aproximadamente se divorcian, mala estadística para la "venerable" Iglesia Católica.
Parejas disparejas, esas que no entendí, entiendo o entenderé.
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