lunes, 7 de marzo de 2016
Tomate
Tomate, que siempre quiso ser manzana. En la escuela siempre lo confundían con aquella que tentó a Adan. Pues tomate vivió sin identidad, un día pensando era fruta y otro vegetal. Lamentaba que los pequeños llevaban a su maestra la manzana y no la otra identidad. Un día tomate se sentó a meditar. Pensó que hasta un payaso había usado su nombre para crear su identidad para hacer reír. Pensó que podía vivir en disfraz siendo vegetal y fruta ante la confusión diaria de la masa popular. Pensó que tendría compañeros a la hora de confeccionar, el pepinillo, la zeta, la lechuga y la zanahoria como clan muy personal. Así fue, tomate creció y sintió tenía al fin su identidad y nada que envidiar a la que tentó a Adán.
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