Me sumerjo en ese mar salado, y nado. Nado sereno, me voy disolviendo en cada brazada, la sal se convierte en pensamiento y el pensamiento se disuelve en ese mar salado. Nado, acompañado por la sal que ciega de momento, que luego hace que tu mente vea y se convierta en sal. Mar salada, que se disuelve, que me disuelve, que hace que mi pensamiento se convierta en mar salado.
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