jueves, 22 de septiembre de 2016

la perra

Ese día abrí mis ojos, era otro. Ya no existía aunque veía mi cuerpo. Estaba enajenado de todo, de mi y de ti. Solo mire a los ojos del gato negro, ese que me abandono al morir. Y al ladrar la perra, cai en tiempo de que aún vivia.

No hay comentarios: