Para poder llegar a mi, tendrás que venir de a poco. Soy como el perro maltratado, que le teme a la mano de cariño. Tendrás que hablarme suavemente, de a poco pero constante. Darme confianza, como a un niño pequeño. Darme un tierno beso en la mejilla y cuando lo hagas transmite a mi la energía de tu alma. En fin, si llegas a mi, te daré todo de mi, y mas.
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