miércoles, 13 de julio de 2016

ansia diezmada

No quería aventurarse, sentia miedo. No sabia donde caminaba, o si habían amores ciertos. Pretendia amarla, pero con respuestas en silencio. Su ansia era grande, diezmada por la impaciencia. Esa pasión sumida, en momentos secretos, secuestrado por su propia ansia, secuestrado por el miedo. Siguio caminando, simulando ser guerrero, sin amada en el camino, solo encontrando dragones en el viento. Siguio caminando, en ansia polvorienta, sofocado por el miedo, sin amada en algún tiempo. Siguio su camino, trémulo y en silencio, roto por la espera, diezmado por el silencio.

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