domingo, 21 de agosto de 2016

ojos de lujuria

El la miraba con ojos de lujuria, y con algún respeto. La quería poseer de momento, quitarle todo de manera delicada y salvaje. Quería quitar ese sostén y desdibujar sus senos con caricias de mano y lengua. Queria bajar en silencio su ropa interior semi sudada, y desdibujar su clitoris hambriento. El la miraba con lujuria, y con algún respeto. Y ella no podía creerlo y se decía en ese momento, que se cree este tipo que me mira con esos ojos de lujuria, y con algún respeto.  Y en la noche, o de madrugada, o quizás al mediodía, ella se olvidaba del mundo, y al masturbarse, se recordaba de el  y se vivía sus ojos de lujuria, y de ningún respeto.

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