miércoles, 20 de abril de 2016

tres años

Hace tres años me separe de la que era mi esposa. Hace dos años me separe de mi madre. No es un cuento triste, solo parte del cuento de la vida, de un poeta y atleta con mascara de abogado y maestro. Tres años solo, no es una historia triste, aunque lagrimas corrieron junto a risas también.  Tres años de búsqueda, de entender la mente creativa, de sanar, de perder el control y recobrarlo. Tres años de acercarme a mis hijos, a mis mascotas, a mi ser. Tres años de cambiar, de trabajar, de leer, de apreciar la música, el mar, los árboles, mi sudor, mi cuerpo. Tres años de no reciprocar acercamientos y tres años de acercamientos fallidos. Tres años de adentrarme en la yoga, el karate, el trinar de los pájaros, la expresión de un niño. Tres años de espera, de pensar que quizás te encontré, tres años de caminar, de vivir, de soñar.

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