Insisto en mi pensamiento, un pensamiento insensato y no cuerdo. Es un pensamiento de sexo con alguna dosis racional . Es el pensamiento de abrir tus piernas y comer la dulce fruta que albergas. Pensamiento de lobo, de tigre y de león hambriento. Pensamiento que se cuela en el tuyo, y te lleva poco a poco a la locura sabrosa, de abrir tus piernas, y entregarme tu fruta, en el deleite del sexo.
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