Su padre le dio el consejo. Ya lo sabia, lo había escuchado muchas veces. Dejar días de por medio, no llamarla, intrigarla. Pero hacia décadas no se veían,desde la ultima vida, desde el último beso. Tenían que hablar tantas cosas, escribirse, para compensar todo ese tiempo transcurrido. Y un día de por medio, sin hablarse, seria eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario