Calle Huyke en Hato Rey, Dia de semana y hora desconocida por falta de memoria. Tiempo transcurrido- mucho. Apenas era un nino de quizas siete anos. Imagen viva como hoy, lo recuerdo en la cocina o su cuarto, entre almohadas. La cocina era publica, olorosa, sin fronteras, de inventos y degustaciones. Mi mayor recuerdo, que sera etermo, es el famoso arroz salvaje, de colores oscuros, negrunos, y de sabores exoticos.
Cuarto de la casa de la Calle Huyke, al fondo y a la derecha, Anos transcurridos- muchos, Televisor gigamte, impactante para mis pequenos ojos. Recepcion cable tv, con anteana parabolica, lujo en aquel entonces, y yo era parte de ello. En mis visitas frecuentes a esa casa, veia en el impresionante televisor a Bob Barker y The Price is Right, la entrega de premios, las modelos que retaban mi precocidad, el publico loco del programa. El televisor no era mio, era del tio Benny, pero yo era parte y eso era mas que suficiente.
Recuerdo sus nitidos autos europeos, casi siempre blancos. En anos recientes, prefirio los hibridos japoneses, tambien blancos. Y siempre, los forros de piel de oveja sobre su asiento de conductor. Eran autos que destilaban clase y envidia de la buena.
Recuerdo su oficina de abogado. Era un despacho con asientos y muebles de cuero negro, con ambiente moderno y con clase, adelantado a su tiempo. Las pinturas de Ballosi y otros que daban ganas de llevarselos en una maleta. Su despacho era nitido, entrar era un privilegio, de poder entrar a veces y lo mas cercano al despacho de Bruno Diaz o Bruce Wayne, el alter ego de Batman. La iluminacion era tenue, muy tenue.
Recuerdo el caseron de Santa Maria. Su cuarto era el primero al subir la escalera en espiral, En su cama me acoste cuando llegaba de San Ignacio en las tardes, En mis travesuras de adolecente le intercambie sus zapatos Top Sider original por los mios imitacion y ya se pueden imaginar que el trueque no prospero.
Recuerdo su invento del Volkswagen Rabbit Convertible con motor turbo y aros de boquete tipo Porsche. Tremenda idea cuando nuevo y despues tremendo problema para salir del auto. Pero asi era tio Benny, adelantado a su tiempo e innovador. Recuerdo su Cadillac marron tipo lancha, con shock absorbers generosos y frenos chambon ultra sensible al frenar, O el Saab Azul que me prestaron para buscar a mi primo y me fui a pasear con el, con el Saab, no con mi primo, a chulear por Garden Hills. Pero nunca escuche un reproche del tio Benny hacia mi, solo consejos.
Recuerdo sus mascotas. Lolita su adorada pug, el caballo Mateo, Gaby la Chihuahua que llego a cien anis, Pablito el querendon, Pepe el Boxer, los gansos asesinos de Cayey, Lucas el cocker spaniel gay y neurotico, Georgie, el segundo cocker, los labradores siameses, Manfredo, el Doberman, Manuela, la Rottweiler tipo fiera y otros mas.
Recuerdo cuando los domingos ibamos a su casa a almorzar, bajaba las escaleras tipo espiral, medio dormido, en pajama pero listo a compartir y hacer anecdotas con ese tono de pueblo, y de sarcasmo sano que solo el tenia.
Ya al final. mi tia se habia aduenado en algo de la cocina. El arroz salvaje reaparecia a veces. Sus llegadas de la Plaza del Mercado, sus cuentos de politicos, y de chanchulleros, causaban risas y eran lecciones de vida tambien.
Recuerdo su rostro cuando conocio a Rodi Alfaro Ramirez de Arellano Bacardi, ese pobre diablo de Levittown, wanabee creado por mi.
Recuerdo sus guayaberas de hilo, su aroma a perfume creo de sandalo, su verbo fuerte en la radio, su carisma, su inmenso intelecto y mayor memoria, su discipl su impetu, su mezcla de academico con su toque de pueblo aguadillano,. Recuerdo los nombres dados por el a politicos, Riverita o el Odiante, Cashmelow, la del Tubo, Primitivo, el Difunto, el Rosellato eran solo algunos.
Recuerdo su mas reciente hogar en Baldrich, sus placas solares, su computadora high tech y su gran biblioteca.
Recuerdo como combatia la corrupcion, el mal manejo de fondos publicos, la hipocrecia de los politicos, los carreristas politicos. y la burocracia, entre otros.
Recuerdo su amor por la lectura y la musica y el amor por su familia y por las causas justas.
Recuerdo cuando conocio a mi hijo Marcelo y le decia para molestar Carmelo y conocio a Amelie y se deleito y no oso bromear.
Son cientos de recuerdos pero el mas preciado, el que siempre recordare es aquel en la Calle Huyke, frente a su televisor que era mio tambien en esos momentos, y mirandome a los ojos pequenos me decia ocasionalmente: "Sabes, que tu eres mi sobrino preferido."
Tio Benny, siempre te recordare y seras siempre mi tio preferido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario