sábado, 29 de junio de 2013

Reggae

Bob Marley, una leyenda.  Irradia bondad, entrega, sentimiento, profundidad.  Reggae, rojo, verde y amarillo y algo de negro.  Musica parsimoniosa, monotona, pero vibrante, seductora y afrodisiaca. 

Pienso que en otra vida fui un rasta, un rasta de pelos largos, de baturro en sus manos, de pecar sin maldad.  De esos que se sintonizan, que se entregan en una tarima, de esos de acento londinense y de contextos de la selva Africana.

Reggae, deberian tocarlo en las escuelas, y en los pasillos de las multinacionales, y en la Casa Blanca y en La Fortaleza.  Para bajar el ritmo, para bajar ese stress que te da cancer y te mata. 

Reggae, joya jamaiquina, confieso que se poco de sus raices y su historia pero soy testigo de su magia.  No soy fanatico, no soy de oirlo a diario ni de obsesionarme con un disco o cantante.  Pero, nada mejor que ir en tu auto, Jeep convertible si aparece, y llegar a una playa desolada al ritmo del legendario Marley.

Tengo que haber sido rasta en otra vida, de Kingston, Jamaica, de pelo largo acaracolado, y barba ancha sin cuidado ni simetria en ella.

Reggae, musica de dioses, de transportarte a esferas mas altas y apartarte de lo mundano.

Reggae, siempre me encuentras en momentos dificiles y me acompanas y encantas al compas de tu ritmo de magia.

No hay comentarios: